El cuento aleman IX

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La despedi en una tarde bastante naranja con vientos muy fuertes, la tierra humeda hacia que mi respiracion sea mas densa y pesada. Mas tarde, se torno rosa y los primeros rayos empezaron a caer. Cayeron tantos como cayeron las mentiras sobre tu rostro alguna vez...
Si, algo dude... No voy a mentirte, aunque me parecia rara la sensacion. Pese a que no la volveria a verla mas, no estaba feliz... Tampoco triste, sino que dolia no poder tenerla como en verdad quise. Ese dia ni yo me entiendi.
El tiempo se pudo perder pero tal vez quedaban las migajas, de esas que no se comen y solo se tiran... Y si no se tiran, se esparcen por cualquier lado y quedan alrededor y eso eso seria lo peor.
La lluvia se detuvo y aproveche a salir, a tomar un poco de aire nada mas sin pretender ningun trago ni comenzar una historia nueva. La habitacion vacia me hacia recordar cada beso que me regalo. Tome mis cigarrillos y sali, sin preguntarme donde ni en que iba a ir... Llegue a una plaza basante rara, nunca la habia visto. Paris ultimamente ha crecido y no he visto las diferencias para nada. Me sente cerca de la esquina de la Avenida Letounne, sobre unas escaleras viejas... Encendi mi cigarrilo y mire hacia la noche. Ahi estaba ella, tan oscura y sin sus estrellas... Tan maltratada que su luna se fue.
¿Blanco o negro?.
En ese instante me di cuenta que hacia mucho frio, iba tan pendiente del pasado que no razonaba y la noche por cierto estaba fresca y corria un leve viento a olvido y se perdia nuevamente...